Un día, en el mar huyó.
Entretenido, abrió
el cierre que lo protegía.
Tal apareció el cierre,
la ola dio algunos pasos
y frenó.
Le preguntó que quería,
si tenía frío,
y hacia donde iba.
Intercambiaron costumbres,
y luego la ola
destrozó el terreno.
No ha muerto ni está vivo.
Piensa, y ese es su estado.
Habla que no puede con la nada,
y menos con la vida pura.
Espera mucho tiempo,
para ver cuando termina.
13/12/09
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2 comentarios:
Hey, gracias por pasarte :) Muy lindo tu blog!
Qué lindo! Saludos y felices fiestas.
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