29/12/09

Esas cosas que no sé de donde salen

A veces pienso en escribir sobre un chico que se le quedó pegada una papa frita McCain en el ojo por jugar con la gotita mientras cocinaba.

Algún día lo haré. De verdad.

25/12/09

Acá

No siempre lo pienso,
aunque a veces me arrepiento.
No encontraría el objetivo
ni lo presiento.

No sé si sería lo mismo,
aunque puede que sea mi momento.
A veces me arrepiento,
y sólo se que es mi memento.

Lo haré para contar historias,
guardármelas quizá.
Llevármelas dentro
y exponerlas acá.

17/12/09

Va saliendo

En el más remoto momento
hubo señales de vida
inimaginables.
No sé como se llega a pensar
en una situación
tan sagrada,
en algo tan sagrado
pero del otro extremo.
A veces caés,
a veces, no.
Rodea la brisa,
cuando estoy muy lejos.
Así fue,
y así será.
Igualmente,
otra como ésta
sucederá.

14/12/09

Viajesito y Pochoclín

Bueno, voy a ver si aflojo un poco con la poesía.
Me acabo de encontrar una bolsa de pochoclín en la cocina. Es (lejos) lo mejor que me pasó y me va a pasar hoy lunes.

Hoy tengo ganas de dejar una parte de un cuento. A ver como va todo esto...

...La cola, por el dolor de mis calambres, ¿se supone que así la pasan bien? Mátenme, en serio, mátenme, hoy no es día para ser razonable, aunque al menos podría serlo, supongo, para aclarar dudas conmigo mismo, y no quedar tan egoísta con todo el planeta. ¡Dale! Vamos a explicarte, cabeza mía, razón de mi crueldad inexplicable, no la hay: Margarita entra al boliche, apretada, y con un chiste estúpido que dice: “¡Le gusta!”, va a la barra, pide un trago y se pone a bailar con un chico bien vestido. Mueve la cola, las orejas y la remera, observa a otro chico, va al baño, da 10 vueltas, dice que no, se aprieta, y comienza, ah, no, termina. Volviendo, yéndome de tema, claro, acá estábamos, en la fila, recordando donde debía estar, y lamentablemente no puedo. ¿Será que me estoy quedando vacío? Puede que no recuerde porque no tenía absolutamente nada que hacer, quizás sí tenía algo, ya entro en el dilema de “¿qué hubiese pasado?”. Llegó nuestro turno, pasamos sin complicaciones, y entró la música en alto. Estuve un rato largo con los chicos, rondando por la pista, bailando, sí, ¿por qué no?, era justo para mí...

13/12/09

Dentro del rechazo

Un día, en el mar huyó.
Entretenido, abrió
el cierre que lo protegía.
Tal apareció el cierre,
la ola dio algunos pasos
y frenó.

Le preguntó que quería,
si tenía frío,
y hacia donde iba.
Intercambiaron costumbres,
y luego la ola
destrozó el terreno.

No ha muerto ni está vivo.
Piensa, y ese es su estado.
Habla que no puede con la nada,
y menos con la vida pura.
Espera mucho tiempo,
para ver cuando termina.

11/12/09

Ución y edad

Qué alabado,
y ríe a cualquier hora,
por lo demás vio su tiempo,
al pensar todos
que tenía un porte gigante,
facilitándole la vida,
marchando bolsas,
donde nada se caía,
y al ver la calidad,
asombro en la vida,
se equivocaron de nuevo,
no supo explicarse.
No fue culpa de él,
está protegido,
y no quiere
cualquier llavero
que adorne su maestría
agarrándose la cabeza.


Y es que está bien unir dos partes diferentes, agarrando soledad y despedida de un valiente o compañía y alegría del descorazonado. Mi carta está esperando levemente la despedida y el estanque en el grupo, una metáfora de avión por el piso, que quizá algunos la llevan.


Uniendo las partes,
se lleva al tema que pasan siempre
en las despedidas.
Nunca siente la verguenza,
doliéndole el pecho
de tanto mantenerse firme.
La despedida abrió los pies,
formó un puente con los dos,
y entraron todos los sermones,
perpetuando una salida
en la vida, claro...
una salida en la vida,
una salida en la despedida,
la lógica despedida,
a ver cuando me abren la despedida,
o mejor la conjugan de otra manera.
Despedida, con razón,
siempre comiéndote el sabor,
prohibiéndome ir al río,
despidiéndome de mí,
¿de quién otro?
Despedida abierta de pies.

9/12/09

Verano no es calor

Una de noche
viendo los telones,
dando entrada
a su verano.

Ninguna voz salió
a matar la estación;
bajando las guardias,
débil, sin calor.

No obedeció al verano
resistiendo el ardor,
tomaron revancha
y cayó de fervor.

Ya juega en patios,
y va a su deber.
Todavía le queda
algo de resentimiento

8/12/09

Las águilas de la tormenta

Cuantos defectos pondría su abuela
en una taza de café
para que su emblema de pensante
se reemplace de otro artificio humano
que lo resguarde de águilas
y otras tormentas de propósito.
Las aves podrán ser producto de uno
o simplemente de envase:
esa será la eterna discusión
en un lugar donde los ventiladores
nos llenen de aire
en cualquier época del año,
a ver si de tanto viento
las águilas se encuentran con la lluvia
y se festeja sin consciencia.
Tal vez es lo mejor que podría pasar;
pero si las águilas no son reales...,
no sé si preguntármelo
o descifrar las consecuencias.

6/12/09

3

Cuando se revelan tres secretos
siempre está de más
descartar alguno.
No serán como un juego,
solo que van por ese camino.
Si toca elegir,
no hay chances,
va a tener que ceder.
Y cuando pensás
lo orgulloso que estás
de haber calificado
como un despachante,
caés en una locura
donde en unos meses
los tres secretos
desaparecen,
o al menos callan.

4/12/09

Y las eternas

Hoy, a ver al señor Luis Alberto Spinetta. Un genio de genios.
Muchos requerimientos de temas, pero que toque lo que le salga del alma, ya fue.

1/12/09

El mor

Desde que se renueva
la luz del sol,
empiezan las versiones
de todos lados del mundo,
cambiando las palabras
que los confusos llaman
el mor.

De vuelta ahí arriba
se siente el humor
de un cuerpo quemado
que de una mirada se despachó.
Viviendo día a día
y corrompiéndose los bienes
ahí es cuando se acredita
la pareja de un amor,
viendo a recientes
o refugiándose en vapor.

Qué lastima
que las palabras sean tan precisas,
y que el dolor
no sea clasificada
como las de mor.